Texto: Isaías 30:21 Ya sea que te desvíes a la derecha o a la izquierda, tus oídos percibirán a tus espaldas una voz que te dirá: «Este es el camino; síguelo».
Pensamiento del día: Dios anhela saber dónde estás para poder guiarte en la dirección correcta.
"¿Cómo estás?" A menudo hemos escuchado esta pregunta y nuestra respuesta suele ser "Bien". Es instintivo. Casi ni siquiera pensamos en nuestra respuesta o en cómo nos sentimos o estamos realmente. Pero, ¿qué pasa cuando la pregunta se convierte en "¿Dónde estás?" Más allá de preguntar sobre tu ubicación actual, esta pregunta puede implicar una multitud de significados más profundos: ¿dónde está su mente, dónde está su corazón, y dónde está su espíritu?
Dios le hizo una pregunta similar a Adán en el jardín del Edén en Génesis 3: 8-9 Cuando el día comenzó a refrescar, el hombre y la mujer oyeron que Dios el Señor andaba recorriendo el jardín; entonces corrieron a esconderse entre los árboles, para que Dios no los viera. Pero Dios el Señor llamó al hombre y le dijo:
—¿Dónde estás?
Nuestra mente puede preguntarse, "bueno, ¿no sabía Dios dónde estaba Adán?" Sí, por supuesto, Dios lo sabe todo y es imposible ocultarle incluso nuestros mayores fracasos.
Pero ese era exactamente el punto. Dios ya sabía dónde estaba Adán. De hecho, estaba preguntando: “¿Cómo te fue al comer del fruto prohibido? ¿Por qué te escondes de mí? ¿Dónde está tu corazón que sientes la necesidad de esconderte de mi presencia?
A veces Dios nos pregunta lo mismo. Va más allá de simplemente preguntarnos cómo nos sentimos; al contrario, nos pregunta dónde está nuestro espíritu, mente y corazón. “¿Dónde estás en nuestra relación? ¿Dónde estás en nuestro caminar juntos? ¿A dónde te llevan tus decisiones? ¿Dónde perdiste tu camino?”
En verdad, la pregunta de Dios era doble. Por un lado, su pregunta trajo a la luz las decisiones de Adán pidiéndole que confrontara sus acciones. Sin embargo, también mostró la preocupación de un padre y amigo amoroso. Adán tuvo que enfrentar las consecuencias de sus decisiones, sí, pero eso no significaba que estuviera demasiado lejos para que Dios lo alcanzara. La pregunta de Dios fue una mano extendida destinada a ayudarlo a regresar a la dirección correcta.
Podemos sentir que nuestra vida, nuestras decisiones y nuestros hábitos nos han llevado por un camino oscuro. Incluso podemos sentirnos demasiado lejos para que Dios nos traiga de regreso a El. Puede que nos sintamos avergonzados de nuestras decisiones. Podemos sentirnos culpables por nuestra duda. Podemos sentirnos indignos de la misericordia y la gracia de Dios sobre nuestra vida. La pregunta de Dios a Adán, sin embargo, nos da esperanza.
La pregunta de Dios es un llamamiento de introspección y responsabilidad. Nos llama a reconocer la condición de nuestro corazón más allá de simplemente escondernos detrás de "Estoy bien". Nos llama a observar dónde estamos en nuestro caminar y nuestra relación con Él. Sin embargo, también es una promesa que nos recuerda que nunca estamos demasiado perdidos o demasiado quebrantados para que Dios nos llame y nos guíe de regreso a casa.
Oremos: para que nuestros hermanos y hermanas escuchen la voz y la gracia de Dios en cada circunstancia.
Mi oración: Dios, gracias por llamarme por mi nombre sin cesar para que pueda caminar de acuerdo con tus planes para mi vida. Deja que tu voz resuene en mi vida para que pueda reflexionar diariamente sobre la condición de mi corazón y mi relación contigo. En el nombre de Jesús, Amén.
Yo quiero estar en la mano de Cristo!
ResponderBorrarGracias Alexis!