Texto: 1 Reyes: 19:13 Y cuando lo oyó Elías, cubrió su rostro con su manto, y salió, y se puso a la puerta de la cueva. Y he aquí vino a él una voz, diciendo: ¿Qué haces aquí, Elías?
Pensamiento del Dia: En la presencia de Dios-- en el silencio-- es donde encontramos su amor, su paz, y la respuesta a nuestra necesidad.
Haz una lista de todas las veces que Dios ha sido fiel en tu vida. Si incluyes aún la cosa más pequeña, pronto te darás cuenta de que hay tantas cosas por que agradecerle. Hay tantas maneras en que Él ha sido fiel a pesar de las circunstancias y de lo que parecía imposible.
Es interesante lo rápido que los pensamientos negativos entran a nuestra mente y a nuestro corazón. Aún sabiendo lo bueno que es Dios, muchas veces nos angustiamos y perdemos el sueño cuando enfrentamos la más pequeña circunstancia-- en esos momentos preguntamos si Dios en realidad nos ayudará.
Después de una gran victoria contra los profetas de Baal, Elías se encontró huyendo de Jezabel gracias a la amenaza sobre su vida. Su temor lo llevó hasta el desierto físico y espiritual. En vez de confiar en la mano de Dios sobre su vida, Elías en su pánico le rogó a Dios que le quitase la vida. Como muchos de nosotros, Elías cedió a su temor.
Lo bueno y lo bello es que en vez de cumplir con el deseo de Elías, Dios proveyó comida, bebida, y protección y un recordatorio que tenía mucho aun que recorrer-- efectivamente, que Él estaba con Elías. aún así, Elías fue a dar hasta su punto más bajo, prefiriendo quedarse en una cueva en medio del desierto. Pero aún ahi, Dios mostraría su amor y su cuidado
“¿Qué haces aquí Elías?” le preguntó Dios.
Fue una simple pregunta qué desgarró el corazón de Elías. ¿Es que acaso Dios no sabía el celo que tenía? ¿Es que acaso no sabía Dios que Jezabel amenazaba con matarle? ¿Es que acaso no sabía Dios que estaba completamente solo? Como suele suceder, cuando nuestra ansiedad nos envuelve, olvidamos la fidelidad y el amor de Dios para con nosotros.
Fue entonces que Dios le dijo,” Sal fuera, y ponte en el monte delante de Jehová”
La palabra dice que Elías sintió un gran viento, pero Dios no estaba ahí. Elías luego sintió un terrible terremoto, pero Dios tampoco estaba ahí. Después de esto, Elías vio un gran fuego, pero… Dios no estaba en ese fuego. Elías, como muchos de nosotros esperó que Dios viniera con gran triunfo, con destellos, fuego, y justicia, pero no fue así.
Fue entonces que oyó una voz delicada y apacible susurrando, “¿Que haces aquí, Elías?”
La pregunta de Dios no había sido porque no supiera lo que enfrentaba Elías. Su pregunta no había sido porque Dios no supiera el temor que sentía Elías. El susurro de Dios era un llamado a la introspección. Dios le preguntaba, y nos pregunta hoy:¿porque estás aquí? ¿Porque te has aislado? ¿Porque has permitido que tus problemas se conviertan en tu todo? ¿Haz olvidado mi fidelidad? ¿Haz olvidado mi poder? ¿Haz olvidado mi amor? ¿Que haces aquí? Dios le estaba recordando a Elías que sus problemas no eran más grandes que Él. El mismo Dios que tenía el poder para desatar el viento, el terremoto, y el fuego, era el mismo Dios que deseaba sostenerlo, amarlo, establecer en él paz. “Qué haces aquí” se convierte en una exhortación a volver nuestros ojos hacia Dios--de volver nuestra confianza hacia Él.
Cuando sientas que el temor amenaza con tu paz, cuando tu angustia se sienta como un estruendo, y cuando te sientas desmayar, recuerda que Dios nos llama a su presencia. Es ahí, en el silencio, donde podremos escuchar su voz recordándonos: .Josué 1:9 Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas.
Oremos: Por las personas experimentando angustia, ansiedad, y temor, para que como hermanos establezcamos lazos de amor, apoyo, y oración por ellos.
Mi Oración: Señor, gracias porque es en tu presencia donde puedo descansar en tu voz y tu llamado para mi vida. Ayudame a enfocarme en Ti en medio de todo lo que enfrente. En el nombre de Jesús, Amén
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