Texto: Génesis 12:1 El Señor le dijo a Abram: «Deja tu tierra, tus parientes y la casa de tu padre, y vete a la tierra que te mostraré.
Pensamiento del Dia: En la oscuridad, recuerda que nuestro Padre celestial nos sigue protegiendo.
¿Recuerdan el temor de la niñez, cuando al apagar las luces del pasillo o la recamara corrían hasta poder alcanzar cualquier lugar con luz? ¿Cual era el temor? ¿La obscuridad? Se dice que los niños tienen temor no a la oscuridad, sino a lo que no se puede ver cuando se apaga la luz.
Aveces asi tambien somos nosotros. Cuando somos enfrentados con algo que no conocemos o entendemos, nos entra el pánico. Nuestro temor empieza cuando nuestros ojos no pueden ver lo que está delante de nosotros.
Ahora, imagínate lo estresante que hubo de ser para Abraham cuando Dios le dijo que empacara todo lo que le pertenecía y que se fuera al lugar donde Él le mostraría. ¡En ese momento, Abram no tenía ni idea a donde iría! Imaginate decidir moverse, empacar todas tus cosas de tu hogar, meterte en tu carro, y luego pensar, hmmm, a ver a dónde voy a vivir. Imagínate tomar ese tipo de paso aun sin saber los detalles. Pienso que para muchos de nosotros se nos haría casi imposible.
La belleza de todo esto es que Dios no solo le dijo a Abram, bueno, échate a andar, ya despues te doy las direcciones, nos vemos luego. ¡No! Dios no dejó a Abram solo o a oscuras. Aunque Dios estaba esperando en la fe de Abram, en los siguientes dos versículos de Génesis 12:2-3 vemos como Dios promete bendición y protección. La obediencia y fe de Abram no sólo impactaría su vida propia, si no también las de sus generaciones.
Cuando nosotros enfrentamos algo desconocido, cuando nos sentimos que estamos en medio de una situación oscura, el Señor nos recuerda que El esta ahi con nosotros. Aunque no podamos ver, al igual que un niño no puede ver que su padre siempre lo está cuidando, nuestro Padre siempre está al cuidado de nosotros. Lo que el Señor nos pide es que apliquemos esa confianza en El, que estemos seguros de su mano obrando en nuestras vidas. Nuestra fe impacta no solo nuestra paz y nuestra perspectiva, si no la de los que nos rodean.
Salmos 23:4 Reina-Valera 1960 (RVR1960) Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Oremos: Por la paz del Señor en nuestras vidas y en las de nuestros hermanos
Mi Oración: Señor, ayúdanos a recordar que aunque vivamos tiempos de obscuridad, tu sigues a lado de nosotros. Aunque nos enfrentemos a lo desconocido, tu sigues siendo fiel.
Comentarios
Publicar un comentario