Texto: Génesis 39:1-2a Llevado, pues, José a Egipto, Potifar oficial de Faraón, capitán de la guardia, varón egipcio, lo compró de los ismaelitas que lo habían llevado allá. Mas Jehová estaba con José, y fue varón próspero.
Pensamiento del Dia: Aunque el maestro calle, el sigue a tu lado en medio de la prueba.
Hay dos fases muy importantes en el aprendizaje de un estudiante. Primero, son las lecciones. En los momentos de instrucción, es necesario que el estudiante ponga mucha atención para poder aprender del maestro. Durante este tiempo, el maestro está activo en el aprendizaje del estudiante-- apoya con preguntas, está al alcance, y anima su progreso. Todo esto cambia en la segunda fase: el examen. Es en este momento, el estudiante puede demostrar todo lo que aprendió durante sus lecciones. Durante esta fase es donde la voz del maestro calla.
José vivió mucha de su juventud en la fase de aprendizaje. A lado de su padre, Israel, José tuvo muchas oportunidades de aprender sobre el gran Dios que no solo había cumplido promesas entre su familia, si no también del mismo Dios con el que su padre había luchado. Favorecido y lleno de gracia, José tuvo el tiempo para aprender sobre la cobertura y amor de Dios. Todo esto cambio el momento en que sus hermanos se llenaron de celos al escuchar los sueños que Dios le había dado. Aunque no lograron matarlo, lo echaron a una cisterna y lo vendieron como esclavo a Egipto.
En medio de todo esto, José pudo haberse preguntado: ¿dónde estaba ese gran Dios del cual tanto se hablaba? ¿Si tanto lo amaba Dios, porque lo dejo sufrir en manos de sus hermanos? Quizás en medio de las angustias, te has preguntado lo mismo. ¿Porque Dios permite esto en mi vida? ¿Si he sido tan fiel en la iglesia, con mis hijos, en mi trabajo, o con mi familia… porque?
Pero no nos olvidemos de lo que dice Génesis 39:2a “ Mas Jehová estaba con José.” Este es el Dios de promesas. Este es el mismo Dios que mantuvo sus ojos puestos en José no importando lo que atravesara en Egipto.
Dentro del pozo, ahí estaba Dios. En camino a Egipto, ahí estaba Dios. En la casa de Potifar, ahí estaba Dios. Y aun cuando José fue a dar a la cárcel… ahí estaba Dios.
Quizá el Señor no estaba hablando tan fuerte como antes. ¿Porque? El maestro esperaba en la fe de José. Dios estaba obrando en José-- en su orgullo, en su autosuficiencia, en su madurez, y en su fe. Era hora de poner en práctica lo que había aprendido.
Dios siempre tiene un plan para nosotros. Aunque no entendamos el porqué de nuestras circunstancias, recuerda que los vasos más hermosos tienen que pasar por el fuego ardiente. Los estudiantes más preparados, enfrentan los examenes mas dificiles. Si sientes que Dios ha callado, recuerda que el maestro siempre está más cerca a los estudiantes durante la prueba; su silencio no significa que no está a tu lado. No importa donde te encuentres o que situación enfrentes, Dios esta contigo.
Salmos 139:7-10 Nueva Versión Internacional (NVI)
¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu? ¿A dónde podría huir de tu presencia? Si subiera al cielo, allí estás tú; si tendiera mi lecho en el fondo del abismo, también estás allí. Si me elevara sobre las alas del alba, o me estableciera en los extremos del mar, aun allí tu mano me guiaría, ¡me sostendría tu mano derecha!
Oremos: Que el Señor llene de seguridad a los que están enfrentando circunstancias difíciles.
Mi Oración: Señor, gracias porque siempre estás conmigo. Ayúdame a recordar que tu silencio no significa tu ausencia y que es en esos momentos donde más debo ejercer mi fe.
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