Texto: Génesis 40: 14, 23
14 Acuérdate, pues, de mí cuando tengas ese bien, y te ruego que uses conmigo de misericordia, y hagas mención de mí a Faraón, y me saques de esta casa.
23 Y el jefe de los coperos no se acordó de José, sino que le olvidó.
Pensamiento del Dia: “Tu afirmación de que estimas a Dios será validada por la forma en que respondas al Dios que dices que estimas.” -- Pastor Tony Evans
Después de ser falsamente acusado de un crimen que no había cometido, José fue a dar a la cárcel. Ahi, Dios tenía mucho que madurar a José, especialmente en el área de su orgullo y autosuficiencia. Cuando el copero del faraón le comparte su sueño a José, José, sabiendo que el copero estaría frente al faraón vio la oportunidad de tomar su futuro en sus manos. En su desesperación por ser libre, en vez de confiar en el Dios que lo había guardado y prosperado, José decidió confiar en su propia fuerza. Que gran error.
En medio de la ansiedad y lo desconocido, es fácil desesperarse. Cuando no escuchamos la respuesta de Dios exactamente cuándo lo queremos, a veces tomamos el asunto en nuestras propias manos. Desafortunadamente, no solo podemos crear consecuencias dañinas, pero muchas veces prolongamos el proceso al cual Dios nos está llevando.
Dios quería la completa fe de José. Dios quería que José reconociera que Él tenía un plan y un propósito. Cuando José quitó su mirada de Dios, no solo hizo su propia voluntad, pero en vez de reconocer y tener fe en el Dios que le había revelado sus sueños, le rogó al copero: Acuerdate de mi, tu sácame de aquí. En ese instante de desesperación, todo lo que José había confesado sobre su confianza en Dios desapareció. Al confiar en él yo pequeño y en el ser humano, José abrió la puerta para que fuera olvidado.
¿Cuál fue la consecuencia? Serían dos años antes de que José saliera de la cárcel. En cierto sentido Dios le estaba diciendo lo que expresa Salmos 46:10 Estate quieto, y reconoce que yo soy Dios. Porque José dejó que sus sentimientos, su desesperación, y su angustia tomaran control de su vida, ahora se alargaría el tiempo que permaneceria en fase de examen. José aún tenía mucho que aprender sobre su fe en el gran Dios.
La realidad de la fe no es cuanto creas en Dios. La fe es creer que el Dios en el que crees es creíble. Es fácil sentir que crees en Dios. Es otra cosa completamente diferente esperar en las promesas de nuestro gran Dios con certeza, con confianza, y con fe. Cuando sientas que no hay salida, cuando te sientas desesperado, cuando sientas que vayas a hacer una decisión impulsiva basada en tus sentimientos, recuerda: Hebreos 11:1,6 1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. 6 En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.
Oremos: Que la fe de nuestros hermanos y hermanas permanezca puesto en Dios
Mi Oración: Señor, gracias por tu fidelidad con nosotros. Ayúdanos a recordar la importancia de actuar en nuestra confianza y fe en Ti.
23 Y el jefe de los coperos no se acordó de José, sino que le olvidó.
Pensamiento del Dia: “Tu afirmación de que estimas a Dios será validada por la forma en que respondas al Dios que dices que estimas.” -- Pastor Tony Evans
Después de ser falsamente acusado de un crimen que no había cometido, José fue a dar a la cárcel. Ahi, Dios tenía mucho que madurar a José, especialmente en el área de su orgullo y autosuficiencia. Cuando el copero del faraón le comparte su sueño a José, José, sabiendo que el copero estaría frente al faraón vio la oportunidad de tomar su futuro en sus manos. En su desesperación por ser libre, en vez de confiar en el Dios que lo había guardado y prosperado, José decidió confiar en su propia fuerza. Que gran error.
En medio de la ansiedad y lo desconocido, es fácil desesperarse. Cuando no escuchamos la respuesta de Dios exactamente cuándo lo queremos, a veces tomamos el asunto en nuestras propias manos. Desafortunadamente, no solo podemos crear consecuencias dañinas, pero muchas veces prolongamos el proceso al cual Dios nos está llevando.
Dios quería la completa fe de José. Dios quería que José reconociera que Él tenía un plan y un propósito. Cuando José quitó su mirada de Dios, no solo hizo su propia voluntad, pero en vez de reconocer y tener fe en el Dios que le había revelado sus sueños, le rogó al copero: Acuerdate de mi, tu sácame de aquí. En ese instante de desesperación, todo lo que José había confesado sobre su confianza en Dios desapareció. Al confiar en él yo pequeño y en el ser humano, José abrió la puerta para que fuera olvidado.
¿Cuál fue la consecuencia? Serían dos años antes de que José saliera de la cárcel. En cierto sentido Dios le estaba diciendo lo que expresa Salmos 46:10 Estate quieto, y reconoce que yo soy Dios. Porque José dejó que sus sentimientos, su desesperación, y su angustia tomaran control de su vida, ahora se alargaría el tiempo que permaneceria en fase de examen. José aún tenía mucho que aprender sobre su fe en el gran Dios.
La realidad de la fe no es cuanto creas en Dios. La fe es creer que el Dios en el que crees es creíble. Es fácil sentir que crees en Dios. Es otra cosa completamente diferente esperar en las promesas de nuestro gran Dios con certeza, con confianza, y con fe. Cuando sientas que no hay salida, cuando te sientas desesperado, cuando sientas que vayas a hacer una decisión impulsiva basada en tus sentimientos, recuerda: Hebreos 11:1,6 1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. 6 En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.
Oremos: Que la fe de nuestros hermanos y hermanas permanezca puesto en Dios
Mi Oración: Señor, gracias por tu fidelidad con nosotros. Ayúdanos a recordar la importancia de actuar en nuestra confianza y fe en Ti.
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