Texto: Éxodo 12:13 Y la sangre os será por señal en las casas donde vosotros estéis; y veré la sangre y pasaré de vosotros, y no habrá en vosotros plaga de mortandad cuando hiera la tierra de Egipto
Pensamiento del Dia: El creer en Dios no significa que no enfrentaremos batallas y tormentas, pero podemos confiar en su protección por medio de la sangre de Cristo.
Nueve plagas y varias súplicas para que faraón dejara al pueblo de Israel salir de la tierra de Egipto, Moisés se encontraba compartiendo lo que ocurriría durante la décima y última plaga. Debido al corazón endurecido del faraón, Moisés explicó que todos los primogénitos de los egipcios morirían, pero los hijos de Israel vivirían si tan solo obedecían lo que Dios pedía: que sacrificaran a un cordero puro, y que con su sangre deberían pintar los postes y dinteles de sus casas.
Es fácil imaginar las reacciones de los Israelitas en ese momento. ¿Debían matar a su más preciado cordero? ¿Con solo su sangre podrían ser salvos? Quizás para muchos parecía locura. Quizás otros creyeron la palabra de Dios. Sin embargo, sabemos que al pasar el espiritu de Dios, todos los que habían cumplido con este llamamiento, por medio de la sangre del cordero, permanecieron a salvo.
¿Que nos recuerda? Aunque el futuro pareciera oscuro para el pueblo de Israel, aunque la promesa de liberación pareciera imposible, Dios protegió y liberó a los Israelitas. Por medio de su fe en Dios y el propósito de la sangre del cordero, los Israelitas fueron salvos. Para nosotros, enfrentar lo desconocido puede sentirse similar. No sabemos que viene por delante, y quizás la promesa de un mañana se sienta más lejos que nunca. Sin embargo, no importando la circunstancia que atravesemos, Dios ha prometido su protección por medio de Jesús.
En medio de un futuro sin esperanza, Jesús nos vino a redimir y a salvar. Por medio de Él, el futuro ahora es cierto. Cuando nosotros obedecemos al llamamiento de Dios y creemos en el sacrificio de Jesús, el Cordero de Dios, podemos estar seguros de que Dios nos protege. Por eso Romanos 5:1 nos recuerda Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Aunque vivamos en un mundo lleno de angustias, aunque como los Israelitas, seamos testigos de las circunstancias que nos rodean, el Señor promete que permaneceremos de pie. Creer en la fidelidad de Dios por medio de su hijo significa creer, que Dios es creíble. Significa quitar nuestro enfoque de nuestro temor a lo porvenir y lo desconocido. Significa no dejarnos guiar por nuestras emociones basadas en el temor. Significa sacrificar nuestro orgullo y nuestra autosuficiencia. Significa poner nuestra confianza en el Señor-- completamente. Por eso Proverbios 29:25 expresa El temor del hombre le pone trampas; el que confía en Jehová está a salvo.
La casa fundada en la roca de Cristo no es inmune a las adversidades, pero Dios promete que esa casa no caerá. Los Israelitas que confiaron en la palabra de Dios atravesaron la misma plaga, pero Dios los protegió y los mantuvo a salvo. Aunque nosotros atravesamos situaciones desconocidas y oscuras, podemos descansar en paz seguros de que la sangre de Cristo nos cubre, nos sostiene, y nos protege.
Oremos: Para que el Señor nos llene de paz en medio de cualquier tormenta.
Mi Oración: Señor gracias porque dia a dia nos enseñas que a pesar de lo que enfrentemos, tu nos sigues protegiendo. Recuérdanos que es solo por medio de Jesús que encontramos pronto auxilio y salvación.
Pensamiento del Dia: El creer en Dios no significa que no enfrentaremos batallas y tormentas, pero podemos confiar en su protección por medio de la sangre de Cristo.
Nueve plagas y varias súplicas para que faraón dejara al pueblo de Israel salir de la tierra de Egipto, Moisés se encontraba compartiendo lo que ocurriría durante la décima y última plaga. Debido al corazón endurecido del faraón, Moisés explicó que todos los primogénitos de los egipcios morirían, pero los hijos de Israel vivirían si tan solo obedecían lo que Dios pedía: que sacrificaran a un cordero puro, y que con su sangre deberían pintar los postes y dinteles de sus casas.
Es fácil imaginar las reacciones de los Israelitas en ese momento. ¿Debían matar a su más preciado cordero? ¿Con solo su sangre podrían ser salvos? Quizás para muchos parecía locura. Quizás otros creyeron la palabra de Dios. Sin embargo, sabemos que al pasar el espiritu de Dios, todos los que habían cumplido con este llamamiento, por medio de la sangre del cordero, permanecieron a salvo.
¿Que nos recuerda? Aunque el futuro pareciera oscuro para el pueblo de Israel, aunque la promesa de liberación pareciera imposible, Dios protegió y liberó a los Israelitas. Por medio de su fe en Dios y el propósito de la sangre del cordero, los Israelitas fueron salvos. Para nosotros, enfrentar lo desconocido puede sentirse similar. No sabemos que viene por delante, y quizás la promesa de un mañana se sienta más lejos que nunca. Sin embargo, no importando la circunstancia que atravesemos, Dios ha prometido su protección por medio de Jesús.
En medio de un futuro sin esperanza, Jesús nos vino a redimir y a salvar. Por medio de Él, el futuro ahora es cierto. Cuando nosotros obedecemos al llamamiento de Dios y creemos en el sacrificio de Jesús, el Cordero de Dios, podemos estar seguros de que Dios nos protege. Por eso Romanos 5:1 nos recuerda Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo.
Aunque vivamos en un mundo lleno de angustias, aunque como los Israelitas, seamos testigos de las circunstancias que nos rodean, el Señor promete que permaneceremos de pie. Creer en la fidelidad de Dios por medio de su hijo significa creer, que Dios es creíble. Significa quitar nuestro enfoque de nuestro temor a lo porvenir y lo desconocido. Significa no dejarnos guiar por nuestras emociones basadas en el temor. Significa sacrificar nuestro orgullo y nuestra autosuficiencia. Significa poner nuestra confianza en el Señor-- completamente. Por eso Proverbios 29:25 expresa El temor del hombre le pone trampas; el que confía en Jehová está a salvo.
La casa fundada en la roca de Cristo no es inmune a las adversidades, pero Dios promete que esa casa no caerá. Los Israelitas que confiaron en la palabra de Dios atravesaron la misma plaga, pero Dios los protegió y los mantuvo a salvo. Aunque nosotros atravesamos situaciones desconocidas y oscuras, podemos descansar en paz seguros de que la sangre de Cristo nos cubre, nos sostiene, y nos protege.
Oremos: Para que el Señor nos llene de paz en medio de cualquier tormenta.
Mi Oración: Señor gracias porque dia a dia nos enseñas que a pesar de lo que enfrentemos, tu nos sigues protegiendo. Recuérdanos que es solo por medio de Jesús que encontramos pronto auxilio y salvación.
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