Texto: Josué 1: 8 Nunca se aparte de tu boca este libro de la Ley; más bien, medita en él de día y de noche, para que guardes y cumplas todo lo que está escrito en él. Así tendrás éxito y todo te saldrá bien.
Pensamiento del día: Al construir muebles, es importante seguir cuidadosamente las instrucciones para lograr los resultados esperados. Al construir una vida, es importante seguir la palabra y la voz de Dios para ver la plenitud de lo que Él tiene preparado para nosotros.
Si alguna vez compraste un mueble de IKEA o una tienda de muebles similar, sabes que siempre vienen en una caja con instrucciones. Para algunos de nosotros, la idea de sacar herramientas, materiales de construcción e instrucciones puede parecer increíblemente abrumador. La vista de todas estas piezas desparramadas por el piso podría habernos hecho, al menos una vez, intentar construir los muebles sin seguir las instrucciones, porque, ¿quién las necesita, verdad? El problema ocurre cuando creemos que hemos terminado los muebles solo para darnos cuenta de que nos quedan algunos tornillos extra o, aun peor, que los muebles estén completamente inestables o desalineados.
Después de la muerte de Moisés, a Josué se le encomendó la gran responsabilidad de guiar al pueblo de Israel a la tierra prometida. Imagínate el peso de esa carga y la incertidumbre de todo lo que podría traer. Puedo imaginarme a sus consejeros trabajando duro para poner a Josué al tanto, para compartir toda la información que necesitaba y para prepararlo para llenar los grandes zapatos que Moisés dejó atrás. Puedo imaginar a Josué sintiéndose completamente abrumado con todas las “piezas” que tendría que arreglar. Aunque tuviera una visión y una comprensión del plan de Dios para el pueblo de Israel, la ejecución debe haberse sentido como un gran reto. Por eso Dios le recordó a Josué la importancia de seguir Su palabra, de meditar en ella y de ser absolutamente cuidadoso en hacer todo lo que está escrito en ella (Josué 1: 8).
Si Josué hubiera elegido simplemente liderar a Israel como quisiera, seguramente hubiera habido más de uno o dos tornillos sueltos; después de todo, había miles de vidas en sus manos. Si Josué hubiera optado por ignorar las instrucciones, es muy probable que su liderazgo se hubiera derrumbado y que el pueblo de Israel hubiera sufrido profundamente como consecuencia. Sin embargo, el mandamiento de Dios a Josué vino con una promesa. Esencialmente, Dios estaba diciendo, si tienes cuidado de seguir mis instrucciones, prosperaras, tendrás éxito, construirás exactamente lo que se necesite cuando se necesite. Es solo porque Josué decidió mantener las palabras de Dios cerca y seguirlas, que encontró favor y gracia, y finalmente llevó al pueblo de Israel a la tierra prometida.
De manera similar, podemos tener una visión de cómo queremos que sea nuestra vida, pero no tenemos idea de dónde empezar. Miramos a nuestro alrededor todo lo que tenemos que hacer para construir y llegar a esa meta, y se nos puede hacer fácil simplemente intentar improvisar. ¿Quién necesita instrucciones después de todo, verdad? Sin embargo, como armar muebles o dirigir a un pueblo completo, podemos encontrar que simplemente seguir nuestro instinto e ignorar la palabra de Dios conduce a resultados hechos a medias, inestables y con mal fundamentados. Podemos enfrentarnos a una carrera insatisfactoria, una familia rota, o una relación o un matrimonio inestable. Lo que es peor es que nuestra falta de dirección puede arrastrar a otros bajo consecuencias caóticas. Si queremos alcanzar el éxito, si queremos construir cimientos sólidos y duraderos, si queremos que prosperen nuestros esfuerzos, entonces tenemos que empezar por escuchar y seguir a Dios. No basta con echar un pequeño vistazo a las instrucciones, debemos, como Dios le recordó a Josué, meditar en su palabra diariamente, teniendo cuidado de hacer todo de acuerdo con lo que Él nos pida.
Oremos: Por nuestros hermanos y hermanas en Cristo que enfrentan necesidades médicas y de salud difíciles; que Dios actúe de acuerdo a su voluntad y propósito para sus vidas, trayendo fuerza, paz y sanidad.
Mi oración: Padre, gracias por las promesas y bendiciones que has preparado para mi vida. Oro que recuerde constantemente que sólo estando en sintonía contigo y Tu palabra es que encontraré dirección en mi vida. Ayúdame a meditar diariamente en tus palabras para que pueda seguir tu camino y propósito en mi. En el nombre de Jesús, Amén.
Si alguna vez compraste un mueble de IKEA o una tienda de muebles similar, sabes que siempre vienen en una caja con instrucciones. Para algunos de nosotros, la idea de sacar herramientas, materiales de construcción e instrucciones puede parecer increíblemente abrumador. La vista de todas estas piezas desparramadas por el piso podría habernos hecho, al menos una vez, intentar construir los muebles sin seguir las instrucciones, porque, ¿quién las necesita, verdad? El problema ocurre cuando creemos que hemos terminado los muebles solo para darnos cuenta de que nos quedan algunos tornillos extra o, aun peor, que los muebles estén completamente inestables o desalineados.
Después de la muerte de Moisés, a Josué se le encomendó la gran responsabilidad de guiar al pueblo de Israel a la tierra prometida. Imagínate el peso de esa carga y la incertidumbre de todo lo que podría traer. Puedo imaginarme a sus consejeros trabajando duro para poner a Josué al tanto, para compartir toda la información que necesitaba y para prepararlo para llenar los grandes zapatos que Moisés dejó atrás. Puedo imaginar a Josué sintiéndose completamente abrumado con todas las “piezas” que tendría que arreglar. Aunque tuviera una visión y una comprensión del plan de Dios para el pueblo de Israel, la ejecución debe haberse sentido como un gran reto. Por eso Dios le recordó a Josué la importancia de seguir Su palabra, de meditar en ella y de ser absolutamente cuidadoso en hacer todo lo que está escrito en ella (Josué 1: 8).
Si Josué hubiera elegido simplemente liderar a Israel como quisiera, seguramente hubiera habido más de uno o dos tornillos sueltos; después de todo, había miles de vidas en sus manos. Si Josué hubiera optado por ignorar las instrucciones, es muy probable que su liderazgo se hubiera derrumbado y que el pueblo de Israel hubiera sufrido profundamente como consecuencia. Sin embargo, el mandamiento de Dios a Josué vino con una promesa. Esencialmente, Dios estaba diciendo, si tienes cuidado de seguir mis instrucciones, prosperaras, tendrás éxito, construirás exactamente lo que se necesite cuando se necesite. Es solo porque Josué decidió mantener las palabras de Dios cerca y seguirlas, que encontró favor y gracia, y finalmente llevó al pueblo de Israel a la tierra prometida.
De manera similar, podemos tener una visión de cómo queremos que sea nuestra vida, pero no tenemos idea de dónde empezar. Miramos a nuestro alrededor todo lo que tenemos que hacer para construir y llegar a esa meta, y se nos puede hacer fácil simplemente intentar improvisar. ¿Quién necesita instrucciones después de todo, verdad? Sin embargo, como armar muebles o dirigir a un pueblo completo, podemos encontrar que simplemente seguir nuestro instinto e ignorar la palabra de Dios conduce a resultados hechos a medias, inestables y con mal fundamentados. Podemos enfrentarnos a una carrera insatisfactoria, una familia rota, o una relación o un matrimonio inestable. Lo que es peor es que nuestra falta de dirección puede arrastrar a otros bajo consecuencias caóticas. Si queremos alcanzar el éxito, si queremos construir cimientos sólidos y duraderos, si queremos que prosperen nuestros esfuerzos, entonces tenemos que empezar por escuchar y seguir a Dios. No basta con echar un pequeño vistazo a las instrucciones, debemos, como Dios le recordó a Josué, meditar en su palabra diariamente, teniendo cuidado de hacer todo de acuerdo con lo que Él nos pida.
Oremos: Por nuestros hermanos y hermanas en Cristo que enfrentan necesidades médicas y de salud difíciles; que Dios actúe de acuerdo a su voluntad y propósito para sus vidas, trayendo fuerza, paz y sanidad.
Mi oración: Padre, gracias por las promesas y bendiciones que has preparado para mi vida. Oro que recuerde constantemente que sólo estando en sintonía contigo y Tu palabra es que encontraré dirección en mi vida. Ayúdame a meditar diariamente en tus palabras para que pueda seguir tu camino y propósito en mi. En el nombre de Jesús, Amén.
Hermosa meditación Alexis!
ResponderBorrarGracias!